jueves, 5 de julio de 2012

Diferencias con el lenguaje formal

Al contrario que en el lenguaje formal, donde el significado de una cadena o frase sólo está influido por su aspecto o «forma», en los lenguajes naturales la semántica o significado específico y contextual de sus componentes intervienen en la validez o no de la frase, añadiendo complejidad a su estudio.
La lingüística es la rama del saber que se encarga del estudio del lenguaje, entendido como el conjunto de reglas que gobierna cualquier proceso de comunicación.
Admitiendo la existencia de reglas de comunicación, la lingüística estructural llegó a definir extensivamente un determinada lengua natural como el conjunto de frases que se pueden emitir y utilizar en esa lengua.
A finales de la década de los años 1950 Noam Chomsky propuso incorporar los lenguajes naturales al tipo de lenguajes susceptibles de ser estudiados por los sistemas formales por medio de gramáticas generativas, que darán lugar a las cadenas o frases válidas en un lenguaje dado.

Diferencias con el lenguaje animal

En el siglo XX se estudiaron con detalle los sistemas de comunicación e interacción social de numerosos animales. Eso llevó a descubrir que muchas de las características presentes en las lenguas naturales humanas también estaban presentes en el lenguaje animal. Sin embargo un pequeño número de características parecen exclusivas de las lenguas humanas entre ellas:
  • La estructura sintáctica, por la cual los sonidos o partes significativas de la comunicación tienen una ordenación jerárquica, en la que el cambio de orden de los elementos puede conducir a mensajes diferentes (e.g. (el) muro de piedra - (la) piedra del muro).
  • La productividad, por la cual un conjunto finito de elementos permiten la generación de un número potencialmente infinito de mensajes semánticamente diferentes.
  • Existencia de función metalingüística, por la cual el propio lenguaje puede referirse a la forma de lo que se ha dicho, o hablar del propio lenguaje.
Sorprendentemente el lenguaje animal permite la prevaricación o la «mentira» en el sentido de que algunos animales pueden llegar a simular gritos de alarma falsos para confundir a otros individuos.

Orígenes de las lenguas en los seres humanos

Con respecto al origen de las lenguas, existen dos posturas básicas:
  • La monogénesis o hipótesis de que en última instancia todas las lenguas del mundo derivan de una única lengua ancestral, es decir, la hipótesis de que las lenguas humanas surgieron por diversificación de una protolengua que surgió en un determinado momento evolutivo de la especie, a partir del cual continuaron existiendo las lenguas humanas. En la antigüedad, esta teoría encuentra paralelismo con la fábula de Babel, contenida en la Biblia.
  • La poligénesis, sostiene que el proceso que dio lugar a las lenguas humanas pudo suceder en diversos lugares y momentos.[
En ambos casos, después de la aparición de una o más lenguas actuaron procesos de diversificación o cambio lingüístico que aumentaron el número de lenguas, hasta llegar a los varios miles de lenguas existentes en la actualidad.
La teoría de lingüística de las lenguas criollas y los pidgins sugiere que el proceso de formación de una lengua natural genuina a partir de un input lingüístico adecuado puede llevar tan poco tiempo como una generación. El caso del idioma de señas de Nicaragua creada a partir de un sistema semiótico inconsistente es un ejemplo paradigmático de como puede formarse una lengua consistente con una gramática bien fijada, a partir de elementos inconsistentes.

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